Puede parecer que todos los conductos que usamos para la recogida del agua de lluvia son iguales, pero lo cierto es que podemos encontrar muchas opciones para hacer una instalación de canalones. Aunque, evidentemente, todos tienen la misma función, no todos son iguales. Podemos diferenciarlos en función del material con el que están hechos o su forma, aunque hay también hay otros elementos que pueden variar, como los acabados o el grosor de los conductos. Veamos a continuación los tipos de canaletas de lluvia más comunes.
Según los materiales de las canaletas
Canales de metal
Los conductos metálicos son los más comunes hoy en día por su resistencia frente a otros materiales, aunque podemos encontrar diferentes metales para la fabricación de estos elementos. Entre sus propiedades se busca que sean resistentes a la corrosión, que no se oxiden, que sean duraderos y ligeros para que no supongan un gran peso para las cornisas.
- Los canalones de aluminio son sin duda alguna la mejor opción. Este metal aporta una resistencia y dureza sin comparación. Además, gracias a su ligereza y maleabilidad es posible hacer canaletas de aluminio continuo sin uniones, lo que hace que sean mucho más duraderos que otras opciones. Por otro lado, es posible hacerlos a pie de obra lo que supone también un gran ahorro en su precio.
- Las canaletas de zinc son otra opción muy duradera y con una gran resistencia frente a las inclemencias meteorológicas gracias a sus propiedades inoxidables. Aunque la relación calidad-precio no suele ser tan buena como la de aluminio.
- Los conductos galvanizados se caracterizan por llevar un baño de zinc, lo que hace que sean también bastante resistentes.
- Por último, las tuberías de cobre para la lluvia son las que tienen un precio mayor, aunque el acabado de cobre natural resulta estéticamente muy atractivo y presentan una resistencia muy elevada.
Conductos de pvc
El PVC es un material que se usa habitualmente en trabajos de fontanería, aunque se ha demostrado que su uso no es muy recomendable en la instalación de sistemas de recogida de agua de lluvia. Esto se debe principalmente a que no es resistente cuando se usa en el exterior, ya que se deteriora cuando está expuesto al sol y las precipitaciones. Por otro lado no es posible fabricar conductos de este material a medida, se tienen que unir con juntas que a la larga pueden suponer un punto de fuga de agua. Y eso sin mencionar que el pvc es un plástico poco sostenible.
Canalones de cerámica
Se trata de los conductos que se fabricaban tradicionalmente, aún podemos verlos en muchas casas rústicas aunque su uso ha desaparecido prácticamente, más allá de como elementos decorativos.
Sistemas evacuación de madera
En Asia son relativamente comunes los canalones de bambú, aunque es cierto que en Europa no se suelen utilizar. Sin embargo, en los últimos años han comenzado a usarse en jardines o patios para crear un ambiente exótico.
Conductos pluviales según su forma
Otra de las características más llamativas que podemos elegir antes de hacer un montaje de canalones en una vivienda es la forma de los conductos. Aunque es cierto que no todos los materiales ofrecen esta opción, en el caso de los canalones de aluminio por ejemplo, podemos encontrar fundamentalmente dos opciones:
- Canalones circulares. Conductos con forma semicircular en las canaletas y circular en las bajantes. Este tipo de canales son los más comunes y los que se han instalado tradicionalmente. Tienen como ventaja un mantenimiento bastante bajo.
- Canaletas cuadradas. Este tipo de tuberías suelen instalarse en edificios modernos de líneas rectas, ya que aportan un toque más contemporáneo. Tienen en su contra que necesitan limpiezas periódicas, ya que es posible que se acumule suciedad en las aristas haciendo que aumente la posibilidad de sufrir atascos y obstrucciones.
Otros acabados para los sistemas de recogida de lluvia
Cada material tiene disponible distintas opciones en cuanto al grosor de los conductos y los acabados en los que puede terminarse. Es posible lacar los conductos en diferentes colores, dar distintos acabados a los metales o incluso tallar la superficie. Lo más recomendable es hablar con el experto que vaya a hacer la instalación para ver las posibilidades que ofrece cada material en particular.
