Si eres propietario de una vivienda, seguro que sabes de la importancia de contar con una buena instalación de canalones; tener un sistema que redirija el agua de lluvia a lugares donde no estropee los cimientos o cause daños a la fachada merece la pena y te ahorra el tener que hacer costosas reparaciones más adelante.
Así mismo, las industrias y negocios deben tener en cuenta este problema, asegurándose de que las tiendas, edificios de oficinas y almacenes industriales se mantienen protegidos del agua de lluvia.
Sin embargo, no es lo mismo montar canalones en un edificio residencial, que en un chalet o en una nave industrial. Por ello, en este artículo te explicamos las principales diferencias entre la instalación de canalones residenciales e industriales.
Tipo de montaje
Una de las diferencias más importantes tiene que ver con el tipo de montaje que se realiza. Y es que las necesidades de una nave industrial no son las mismas que las de una residencial, normalmente por las funciones y elementos propios de cada construcción.
En general los edificios industriales necesitan canalones con mayor capacidad que los residenciales, porque el agua que habrá que drenar del tejado será mayor. Por lo tanto, es necesario que la instalación tenga capacidad suficiente como para conducirla en caso de una gran tormenta.
De este modo, es esencial que se lleve a cabo un montaje robusto que sea capaz de conducir grandes cantidades de agua procedentes de un tejado grande. Por otra parte, en el caso del sector industrial que consume bastante agua, es posible hacer que ese agua de lluvia se integre en los procesos de producción, por lo que se deben prever instalaciones específicas para la recogida y el almacenaje del agua.
Material de los canalones
En muchos locales comerciales y otros edificios abiertos al público no se utilizan canalones hechos de PVC, debido a su baja resistencia, ya que es un material muy versátil pero exponerlo al sol, la lluvia y los cambios de temperatura pueden volverlo quebradizo.
También suelen ser débiles en las uniones, las juntas se ven expuestas a dilatación y contracción debido a los cambios de temperatura, lo que acaba debilitando las piezas y pone en cuestión la eficacia del sistema de drenaje. Las roturas y grietas son comunes en este tipo de canalones.
Debido a esto normalmente en el sector industrial se utiliza más el metal, especialmente canalones de aluminio, acero inoxidable o cobre. Los de aluminio suelen ser la mejor opción en estos casos sobre todo por su buen precio, su ligereza y su facilidad de instalación. Además se trata de un material que soporta muy bien cualquier inclemencia, incluyendo la exposición directa al sol durante largos periodos de tiempo.
Capacidad de desagüe de los canalones
En instalaciones industriales se suelen instalar canalones capaces de drenar más litros de agua en menos tiempo, de otra forma durante una tormenta el sistema podría llegar a colapsar y dejar de hacer su función correctamente.
Pero no solo es la capacidad de los canalones es lo importante. La facilidad de limpieza y mantenimiento es imprescindible. Los canalones de aluminio permiten la instalación de rejillas y protectores de bajante que impiden que se deposite suciedad y se produzcan atascos. Estas opciones no existen con el PVC, que a largo plazo es más caro de mantener.
A la hora de colocar canalones para instalaciones industriales, lo más recomendable es dejarnos aconsejar por un profesional del sector, que conozca perfectamente las peculiaridades de las edificaciones industriales y pueda elegir el diámetro adecuado para los canalones.
En definitiva, los beneficios de contar con un buen sistema de canalones, tanto residenciales como industriales, son muchos. Entre ellos, mejorar la apariencia exterior, evitar el deterioro de la fachada y los cimientos, mantener el área circundante libre de acumulaciones de agua para trabajadores y clientes y reducir los costes de mantenimiento de la propiedad a largo plazo.
